París, 1927. Paul, un niño que vive en un orfanato de un barrio obrero de París, es adoptado por Celestine, una criada de un conde, y su marido, el guardabosques, que trabajan en una gran finca en Sologne. Acostumbrado a la vida en la ciudad, el chico llega a un mundo misterioso e inquietante, una región salvaje con un inmenso bosque, estanques y cultivos. Todo pertenece al conde de La Fresnaye, un viudo taciturno que vive solo en su mansión. En los bosques del conde hay varios pescadores y cazadores furtivos, como Totoche, el más escurridizo de todos. Cuando Paul conoce a Totoche, éste le enseñará todos los secretos del bosque.